En la Clínica Ruber Castro Sierra de Madrid ofrecemos diferentes tratamientos de cirugía y medicina estética, y cada uno de ellos contemplan una particularidades concretas que es imprescindible tener en cuenta si queremos que la intervención suponga un éxito. Por ello, hoy abordamos un tema interesante cuya información resultará de gran utilidad en lo que a postoperatorio se refiere: la alimentación que debemos seguir si queremos recuperarnos adecuadamente de una cirugía.
Conocer la alimentación antes y después de la operación de cirugía es algo importantísimo para nuestra preparación a la intervención y para el postoperatorio.
Para todos aquellos y aquellas que quieren tener un cuerpo sano y esbelto, la alimentación es uno de los pilares principales en en el día a día de sus vidas. Y, este pilar es aun más importante si cabe cuando nos preparamos para una operación de cirugía estética. Por eso, es imprescindible llevar a cabo una buena alimentación tanto antes como después de la intervención.
Desde Cirugía Estética Castro Sierra queremos darte una serie de conejos y recomendaciones a la hora de organizar tu dieta en el pre-operatorio y en el post-operatorio.
Fundamentalmente como bien indican médicos de todo el mundo debemos llevar a cabo una dieta variada y equilibrada. Pero no sólo cuando nos encontramos enfermos o cuando – como es el que caso que nos ocupa – cuando vamos a pasar por el quirófano.
Es importante puntualizar que no se debe intentar alterar los tiempos de un postoperatorio, y estos han de seguirse de manera escrupulosa según las indicaciones del especialista. Sin embargo, incluir en nuestra dieta determinados alimentos puede traducirse en una mejoría más adecuada aún si cabe. Algunas de las ventajas de llevar una nutrición acorde al periodo correspondiente al postoperatorio son:
Fibra. Los alimentos que poseen una alta concentración de fibra contribuyen a la estabilización de los procesos digestivos al minimizar el riesgo de estreñimiento, consecuencia que puede presentarse tras una cirugía. Algunos de ellos son el pan integral, la fruta (preferiblemente con piel), verduras y algunos cereales. También es aconsejable prescindir de alimentos deshidratados o procesados, derivados de la leche, de las carnes rojas y de los dulces (por el efecto coagulante de estos últimos).
Proteínas. Durante el postoperatorio es preciso reparar los tejidos musculares. Una buena fuente proteica es la carne; habida cuenta de la indicación del punto anterior, deberemos optar por pollo, cerdo o marisco. En cuanto a vegetales, el tofu, el seitán y el tempeh son buenas también nos ayudarán a este respecto.
Vitamina A. Este tipo de vitamina contribuye a la formación epitelial y de los huesos, además de contribuir al desarrollo del sistema inmunológico. Los alimentos de hoja verde, la zanahoria o el pimiento, suponen una rica fuente de vitamina A. Otros alimentos ricos en este tipo de vitamina son la zanahoria, la calabaza o el pimiento. La vitamina Al ser voluble en grasa, para una mejor absorción óptima de vitamina A se recomienda ingerir este tipo de alimentos con un poco de grasa saludable como, por ejemplo, la del aceite de oliva.
Vitamina C. Contribuye a la formación de colágeno y favorece la función inmune, así como actúa como un antioxidante para el tejido, deteniendo los efectos adversos de los radicales libres. Buena fuente de vitamina C son el kiwi, la naranja o el mango.
Alimentos ricos en Zinc. Partiendo del principio de la necesidad de ingerir zinc para la mejora del desarrollo del sistema inmunológico, recomendamos el consumo de la carne de cordero, espinacas, champiñones o germen de trigo.
Como siempre, agua. Hidratarse correctamente es fundamental, especialmente si el cuerpo ha de reponerse de una cirugía. El agua ayuda a eliminar las impurezas, estabilizar el metabolismo, minimizar la sensación de dolor en articulaciones y a hacer desaparecer la fatiga.