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Puedes someterte a una elevación de mamas con garantías de unos resultados satisfactorios. Un equipo de cirujanos de prestigio puede ocuparse de esta intervención que no requiere el uso de prótesis. Sino que simplemente consiste en recolocar la glándula mamaria en su lugar, así como el pezón y la areola, tras eliminar el exceso de piel y tensar esta.
Es una intervención cuyos efectos son muy positivos, pues consigue rejuvenecer los pechos para lucir un magnífico escote.
Existen diferentes técnicas para eliminar esa piel sobrante y remodelar las mamas. Siempre será el profesional especializado el que escoja la técnica más adecuada según diversos factores: el tamaño, la flacidez y la forma de tus senos, así como también de las areolas de cada uno y la calidad y elasticidad de tu piel. Igualmente, un cirujano de prestigio evaluará la cantidad de piel que tengas en la zona.
Cada técnica se distingue de las otras por la incisión y las cicatrices que puede dejar tras la cirugía. Así, hay hasta cinco métodos para abordar una elevación de mamas. El primero se denomina en ancla y se utiliza en mujeres con un importante grado de flacidez, mediante acciones quirúrgicas tanto verticales como horizontales. La elevación en ojo de cerradura funciona bien para grados moderados de flacidez, precisando solo incisiones verticales, y la técnica donut solo consiste en periareolar en caso de una leve caída mamaria.
Por su parte, el método semilunar es el menos frecuente, ya que lo empleamos junto al aumento de senos cuando existe muy poca flacidez. Por último, la elevación de mamas sin cicatrices está más enfocada al volumen y solo deja una cicatriz.
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